Osho y el momento presente


Osho

Osho

Exteriormente sabemos lo que el movimiento significa: ir de un lugar a otro, de un sitio a otro. De A a B. Si estás en A y te vas a B, ha tenido lugar un movimiento. Así, exteriormente a la mente, movimiento quiere decir cambiar de lugar en el espacio. Si no hay espacio, no te puedes mover. Necesitas espacio para moverte exteriormente. El movimiento interno no es en el espacio, sino en el tiempo. Si no hay tiempo no puedes desplazarte interiormente. El tiempo es un espacio interior: de un segundo pasas a otro segundo, de este día a otro día, de aquí para allá, de ahora a después, en el tiempo.

El tiempo es el espacio interno. Analiza tu mente y verás que siempre te estás moviendo desde el pasado al futuro, desde el futuro al pasado. O bien, te vas hacia recuerdos del pasado o te desplazas a deseos en el futuro. Cuando te vas desde el pasado al futuro o desde el futuro al pasado, solamente entonces empleas el momento presente, pero sólo como un medio. El presente, para la mente, no es nada más que la línea divisoria entre pasado y futuro. Para la mente el presente no es realmente existencial. Solamente es una línea divisoria desde la que puedes desplazarte al pasado o al futuro. La mente nunca está en el presente porque es incapaz de ir al presente.

Compréndelo: eres incapaz de moverte en el presente. En el presente no existe el tiempo. El presente siempre es un único instante. Nunca estás en dos momentos al mismo tiempo. Solamente vives un instante. No puedes ir de A a B porque solamente existe A. No hay B.

Entiende esa cualidad del tiempo en el presente: siempre vives un solo instante. Tanto si eres un mendigo como si eres un emperador, da igual. Tu depósito temporal es el mismo, solamente de instante a instante, y no puedes moverte en él. No hay lugar dónde moverse y la mente existe únicamente si hay movimiento. Por eso la mente nunca emplea el presente, no puede emplearlo.

Retrocede al pasado. Allí hay muchos lugares a los que puede ir. Existe un gran depósito de recuerdos: todo tu pasado está ahí. O también puede irse al futuro. Puedes imaginártelo porque el futuro es, básicamente, tan sólo el pasado proyectado. Has vivido, has experimentado muchas cosas. Las deseas otra vez o deseas evitarlas: ése es tu futuro. Amaste a alguien: fue hermoso. Entonces deseas que se repita, por eso proyectas en el futuro tu deseo de que se repita.

Foto de un banco en un parque

Estuviste enfermo, sufriste y deseas evitarlo en el futuro, por eso proyectas no enfermar de nuevo. De modo que, tu futuro es tan sólo un pasado que has proyectado y así puedes moverte en el futuro. Pero la mente no se encuentra satisfecha con el futuro que pertenece a esta vida. Proyecta cielos, proyecta vidas futuras. No está satisfecha con un pequeño futuro, así que la mente crea tiempo más allá de la muerte. El pasado y el futuro son vastos territorios; puedes moverte con facilidad en ellos. Con el presente no te puedes mover. La ausencia de movimiento implica estar en el presente. Esa es la segunda dimensión de la quietud. Si puedes permanecer en este instante, tan sólo aquí y ahora, estarás quieto. No puedes estar de ninguna otra forma. No existe ninguna otra posibilidad más que estar quieto.

Vive en el ahora, y el movimiento se detendrá porque la mente se detendrá. No pienses en el pasado y no proyectes en el futuro. Esto que se te está dando es todo lo que tienes. Permanece en ello, conténtate en ello. Este mismo instante es el único tiempo verdaderamente existencial; no hay nada más. El pasado es solamente una memoria. Está solamente en tu mente, es polvo acumulado, experiencias acumuladas. No hay pasado en la existencia, no hay futuro en la existencia. La existencia es el presente.

Si el hombre no estuviera en esta Tierra no habría ni pasado ni futuro. Las flores florecerían, desde luego, pero en el presente. El Sol saldría, pero en el presente. La Tierra no sabría nada del pasado ni soñaría nada en el futuro. No habría ni pasado ni futuro. El pasado está en la mente, en la memoria y debido a este recuerdo es proyectado al futuro. Por eso, generalmente dividimos al tiempo en tres partes: pasado, presente y futuro, pero en realidad el pasado y el futuro no son una parte del tiempo. Son parte de la mente, no partes del tiempo. El tiempo posee una única división, si es que puedes llamarla división, y es la del presente.

El tiempo es siempre presente. Esas tres divisiones no son divisiones del tiempo. El pasado y el futuro pertenecen a la mente, no al tiempo. Al tiempo solamente le pertenece el presente. Pero entonces es difícil llamarlo presente porque, lingüísticamente, para nosotros el presente es algo entre el pasado y el futuro. Se refiere al pasado, se refiere al futuro. Si no hubiera pasado ni futuro entonces la palabra «presente» perdería todo significado.

Meister Eckhart dijo que no hay tiempo, solamente el eterno «ahora». Existe un «ahora» eterno y un infinito «aquí». Cuando digo «allí» solamente lo digo en referencia al sitio en que estamos, sino, solamente habría «aquí». Si yo no estuviera aquí, ¿qué lugar sería el «aquí» y qué lugar sería el «allí»? En referencia a mí mismo, llamo al lugar más cercano «aquí», y al que no está cercano lo llamó «allí». ¿Dónde acaba el «aquí» y dónde comienza el «allí»? No podemos delimitarlo. En realidad todo es un «aquí», un «aquí» infinito.

Foto de una flor amarilla, un diente de león

Es debido a la mente que dividimos el tiempo. Entonces, todo lo que hemos vivido se convierte en el pasado y todo lo que esperamos vivir se convierte en el futuro y aquello que está transcurriendo se convierte en el presente.

Pero no hay mente, solamente hay un infinito «ahora», un eterno «ahora». «Aquí, hora», es la realidad. «Allí» y «después» son partes de la mente, no partes de la realidad.

El concebir la quietud desde una segunda dimensión significa hacer un esfuerzo para vivir momento a momento. Entonces estarás en quietud, estarás en silencio. No habrá agitación interior, ni movimiento, ni oscilaciones internas. Todo se habrá convertido en un remanso de profundo silencio.

¿Por qué esta mente se desplaza al pasado y al futuro? Buda le dio el nombre de “tanha” a “trishna”, el deseo. Buda dice que, debido a que has vivido algo, lo deseas de nuevo. Al desearlo, te vas al futuro. No desees y no habrá futuro. Es difícil, porque cuando la mente experimenta placer, anhela repetirlo y cuando la mente experimenta incomodidad no desea repetirla, desea evitarla. Por esto es natural que se cree el futuro y debido a este futuro nos perdemos el presente.

Me estás escuchando, puedes simplemente escucharme; entonces no tendrás mente. Será una escucha sin mente. Pero si estás escuchando y tratando de entender al mismo tiempo, te habrás ido al futuro. Si estás pensando en lo que se te está diciendo, te has perdido lo que se te ha dicho: te has ido al futuro. Y el presente es algo tan sutil y delicado y tan pequeño y tan atómico, que puedes perdértelo en un sólo instante. Un simple gesto, y te lo habrás perdido.

Si estás escuchando, simplemente escucha. No pienses en lo que se te está diciendo, no trates de descubrir el significado, porque no puedes hacer dos cosas en el presente; escuchar es suficiente. Y si estás solamente escuchando, estás en el presente y la misma escucha se convierte en meditación.

Mahavira ha dicho que si eres capaz de escuchar correctamente no necesitas practicar nada más. Siendo sólo un shravak, uno que escucha adecuadamente, lograrás todo lo que puede ser logrado. Simplemente siendo un shravak, uno que escucha correctamente, porque simplemente escuchar no es una simple escucha, es un gran fenómeno. Y una vez que conoces el secreto, puedes aplicarlo en cualquier situación. Comer se convertirá en meditación, caminar se convertirá en meditación, dormir será meditación. Cualquier cosa en la que estés en ese momento, sin irte al futuro, será meditación.

Foto de un árbol en un día de sol

Pero desconocemos toda actividad en la que estamos en el presente. O empezamos a pensar en el pasado o empezamos a pensar en el futuro. Nos perdemos el presente continuamente. Eso implica que la Existencia se nos escapa siempre. Y esto se convierte en un proceso en cadena; luego se convierte en un hábito.

Una noche Mulla Nasrudin caminaba por una calle. La calle estaba solitaria y de repente se dio cuenta de que unos hombres a caballo, una especie de tropa se dirigía hacia él. Su mente comenzó a trabajar. Pensó que podían ser asaltantes, que podían matarle. O que podían ser soldados del rey y que podían llevárselo para que prestara el servicio militar o cualquier otra cosa. Se asustó y cuando los caballos y el ruido que formaban se le acercaron, se puso a correr y entró en un cementerio y para poder esconderse se tumbó en una fosa abierta. Al ver a aquel hombre corriendo, los jinetes, que eran simples viajantes, se dieron cuenta de lo que había sucedido. Corrieron tras Mulla Nasrudin y se acercaron a la tumba en que estaba. El yacía con los ojos cerrados como si estuviera muerto. «¿Qué te sucede? ¿Por qué te has asustado tanto de repente? ¿Qué pasa?»

Entonces Mulla Nasrudin se dio cuenta de que se había asustado a sí mismo sin motivo. Abrió sus ojos y dijo, «Es algo muy complejo, muy complicado. Si insistís en preguntarme porqué estoy aquí, os lo diré. Estoy aquí por vuestra culpa y vosotros estáis aquí por la mía».

Es un círculo vicioso. Si tienes deseos, te irás al futuro y esto creará un círculo vicioso. Cuando ese futuro se convierta en el presente, de nuevo te irás al futuro. Hoy pensaré en el mañana; esto se convertirá en un hábito. Y el mañana nunca llega. No puede llegar; es imposible. Cuando llega es de nuevo el hoy y he creado el hábito de irme siempre desde el hoy al mañana.

Por eso cuando el mañana llega, llega como el hoy y luego me voy de nuevo al mañana.

¡Es una cadena! Y cuanto más la elabores, más eficiente te volverás en completarla. Y el mañana nunca llega. Lo que llega siempre es el hoy, y con el hoy tú no tienes ninguna relación. Estableces un mecanismo: debido a que es hoy, te vas. Es un hábito muy fuerte, no solamente de esta vida, sino de muchas otras vidas. Uno tiene que acabar con él, tiene que salir de él. Hagas lo que hagas recuerda solamente una cosa: permanece en el presente mientras lo estés haciendo. Es difícil, arduo, y no vas a lograrlo de inmediato. Has de romper un hábito muy arraigado. Va a ser una dura lucha, pero inténtalo.

El esfuerzo mismo creará una distancia, y por el mismo esfuerzo vas a saborear, a veces, momentos del presente. Y una vez conozcas el sabor, estás en el camino.

Foto de dos hojas de arce

Pero no conoces el sabor del presente. No lo has probado nunca, nunca has vivido en él, ¡nunca!, te lo digo. Y está siempre aquí. Es la vida misma; es todo lo que hay en la vida.

Jesús dijo que estamos simplemente muertos, ¡sin vida! Un día pasaba junto a un pescador justo a la salida del sol. El pescador había lanzado sus redes al lago y Jesús puso la mano en su hombro y le dijo, «¿Vas a desperdiciar toda tu vida pescando? Puedo enseñarte algo mejor para pescar. Te haré un pescador de la vida». El pescador miró a Jesús como si un imán le estuviera atrayendo, luego tiró su red y siguió a Jesús.

Cuando acababan de salir del pueblo uno se les acercó corriendo y le dijo al pescador, «Tu padre ha muerto. Acaba de morir, así que vuelve a casa. ¿A dónde vas?»

El pescador pidió permiso; le dijo a Jesús, «Déjame que vaya a casa. Volveré pronto. Tengo que enterrar a mi difunto padre».

Jesús le dijo, «Deja que los muertos entierren a los muertos. No tienes porqué ir; sígueme. Hay muchos cadáveres en el pueblo. Ellos enterrarán al difunto».

Para Jesús, estamos muertos porque nunca hemos saboreado la vida, nunca hemos saboreado el presente, lo existencial. Vivimos en el muerto pasado y seguimos proyectando este pasado ya muerto en el futuro. Esto es a lo que Shankara denomina maya, ilusión. Shankara ha sido muy mal entendido. Cuando Shankara dice que el mundo entero es una ilusión, quiere decir que el «mundo del hombre» es una ilusión, no el mundo en sí.

No sabemos nada del mundo. Hemos creado nuestro propio mundo mental. Todo el mundo tiene su propio mundo, este mundo de pasado y de futuro, este mundo de recuerdos y de deseos. Este mundo es falso, ilusorio. Por eso cuando Shankara dice que este mundo es falso, se refiere a «tu mundo», no al mundo. Y cuando «tu mundo» deje de existir, conocerás al verdadero mundo. Y Shankara dice que éste es el Brahmán, que ésa es la Verdad, la Verdad absoluta.

Es como si estuviéramos viviendo en un mundo de sueños, cada uno estando rodeado de sus propios sueños, de una nube de sueños. Todo el mundo va envuelto en sus propios sueños. Y debido a esos sueños no podemos ver lo que es verdadero, lo que es real. Lo real está escondido tras nuestros sueños.

Esta mente soñadora es la mente inquieta; la mente no soñadora es la mente quieta. Pero los deseos crean sueños. Sueñas por la noche porque deseas durante el día. Si no desearas durante el día no soñarías por las noches.

Primer plano de una flor de girasol

Un Buda no sueña, porque los sueños son deseos y los deseos son sueños.

Cuando surgen durante el día los llamas deseos; cuando aparecen por la noche, los llamas sueños. Pero todo deseo es sueño. ¿Por qué? Porque todo deseo radica en el futuro, el cual no existe. Todo deseo es un deseo futuro que no existe. ¡El futuro no existe!

Y seguimos soñando. Debemos acabar con este soñar. Este soñar es un movimiento, un movimiento continuo. Estás repleto de sueños, sueños destruidos, acabados, que son de nuevo recreados. Cada día hemos de tirar los viejos y crear unos nuevos.

En cualquier momento, en cualquier actividad, trata de estar aquí y ahora.

El esfuerzo mismo es una barrera, pero se ha de empezar con algo. Al principio tendrás que hacer un esfuerzo. Aún el esfuerzo es una barrera porque el esfuerzo te lanza al futuro. Pero al principio uno ha de esforzarse, luego en un segundo nivel uno ha de hacer un «esfuerzo sin esfuerzo», y luego, en el tercer nivel, el esfuerzo desaparece y estás en el presente.

Caminas por la calle: trata simplemente de caminar, no hagas nada más. Parece simple, pero no lo es. Parece que todos lo hacemos, ¡no es así! Cuando caminas, tu mente está haciendo mil cosas más. Acompaña cada paso. Simplemente camina…

Osho


71 Comentarios

  1. Muchas gracias por el texto, me ayudó muchísimo ya que estoy en un momento complicado.

  2. Hola Axel, gracias…

  3. Gracias… leo mucho los mensajes de Osho y ese es su pronunciamiento… el presente… el auténtico ahora…

  4. Muchas gracias por este blog.

  5. Arabella Valle B

    Simplemente LO MEJOR ESTA AQUÍ.

  6. Gracias Axel… es tan hermoso todo lo que explicas aquí. Me encantó este articulo, hace unos días lo había leído, estoy poniéndolo en practica. Es tan hermoso aprender… leí un versículo en la biblia que decía: conocerás la verdad y la verdad los hará libre. Me siento más alegre, con menos peso, eso me ha ayudado mucho. Quiero tener el control de mi mente y no que ella me controle. Estoy haciendo los ejercicios… gracias por tu tiempo y sabiduría.

  7. Hola de nuevo Axel…

    He estado leyendo y decía que cuando te centras en tu cuerpo, estás en el presente. Por lo tanto tus pensamientos paran automáticamente. Mi pregunta es: si yo experimento una emoción o pensamiento que me trae de todo menos paz, observo la emoción y el pensamiento, pero sucede que no encuentro paz, ¿qué hago mal, qué sugieres que debería hacer para traer paz a esa emoción y pensamiento persistente?

    Muchas gracias por tu respuesta, me sirve de mucha ayuda, un abrazo grandote.

    Respuesta de Axel para Sandra:

    Hola Sandra!

    La idea general es que no podemos prestar atención a dos cosas a la vez. Entonces, si estamos atentos a lo que siente el cuerpo, a lo que vemos y a nuestros movimientos (por ejemplo al caminar), entonces no hay pensamientos.

    Y si viene un pensamiento es que dejamos de sentir, ver, etc., y nos fuimos “de viaje” con nuestros pensamientos otra vez. Esto nos pasa una y otra vez. Pero entonces basta con que volvamos nuestra atención al momento presente y a nuestras sensaciones.

    No digo que sea fácil, pero sí que puede hacerse por breves momentos.

    Tal vez sea una buena idea leer los libros de Eckhart Tolle, que desarrollan esta idea hasta sus últimas consecuencias.

    Te mando un gran abrazo…!!!

    Axel Piskulic

  8. Hola, suelo estar presente en la naturaleza, me resulta quizás más fácil porque siento la energía en las aves, el mar, el viento, siento que todo se deja llevar por una misma energía y que todo sigue su curso tan normal.

    Pero mi pregunta es la siguiente, ¿cómo estando en el ahora en un supermercado, por ejemplo, puedo sentir esa energía y sentirla casi quizás como cuando la noto en la naturaleza?, ¿es eso posible o quizás en lo material no se puede notar, y por lo tanto sólo se puede sentir en vida animal, humana, vegetal etc.? Lo pregunto porque puedo notar esa energía que lo mueve todo en cosas vivas o el mar, viento, etc., pero no veo lo maravilloso de un supermercado, etc.

    Hay muchos lugares en el mundo, pero donde me siento plena es en y con la naturaleza, donde hay material no encuentro esa belleza movida de esencia natural.

    Respuesta de Axel para Sandra:

    Hola Sandra! Muchas gracias por la visita y por dejar tu mensaje.

    Entiendo la pregunta, pero para mí la diferencia no pasa tanto por el ambiente que me rodea sino por si actúo de manera mecánica o de manera consciente.

    Cuando actúo de manera mecánica o rutinaria, estoy como dormido, pongo el piloto automático y no experimento plenamente lo que sea que esté haciendo. Así pasan las horas y los días y es como si no los viviera realmente.

    En cambio cuando pongo toda mi atención en lo que estoy haciendo y experimento de manera consciente cada sensación de mis cinco sentidos, la vida se vuelve plena y me siento completamente vivo.

    La diferencia que quiero explicar es algo que sucede en mi interior, no depende de lo que pase a mi alrededor ni del lugar en el que estoy.

    Claro que es más fácil prestar atención a lo que sentimos en cada instante, si estamos en un lugar muy bello y especial, un lugar bien diferente de los escenarios rutinarios donde solemos estar casi siempre.

    Te mando un gran abrazo!!!

    Axel Piskulic

  9. Fanny Guerrero

    Excelente reflexión.

  10. Es un genio… quiero saber más de Osho.

  11. Margarita Delgado

    Hola mil gracias, lo que acabo de leer me puso a pensar en que no he estado en mi presente, esta reflexión es lo que necesitaba para vivir día a día el eterno presente, nuevamente gracias por compartir con nosotros este hermoso regalo que me esforzaré en poner en práctica día a día. Hermosa página.

    Bendiciones

  12. Muy bueno!!!!!!

  13. Lily Franco

    Hola! Me gusta, está genial… maravilloso!!!

  14. Aquí y ahora… Estoy adentrándome cada vez más en el momento presente, pero el ruido incesante de la mente me lo hace perder. O sea, estoy allá y luego acá, hay algún tipo de avance???

    Respuesta de Axel para Felipe:

    Muchas gracias por visitar el sitio y por dejar tu mensaje.

    Por favor no te desanimes por los avances y retrocesos, parece que son inevitables para recorrer este camino. Hay una frase que dice algo acerca de dar “Dos pasos adelante y uno hacia atrás”, como algo inevitable mientras evolucionamos.

    Te mando un gran abrazo…!!!

    Axel Piskulic

  15. ¡¡¡¡¡SIMPLEMENTE MARAVILLOSO!!!!!

  16. Simplemente Osho!! Me encanta…

  17. Maria de Lourdes López Sáchez

    Wooouuuu!!! Simplemente maravilloso!!! Gracias por compartirlo y lo voy a poner en práctica. Aquí y ahora!!!

  18. Pero… ¿Cómo haces planes de tu vida? Tienes que saber qué es lo que quieres a futuro para saber cómo actuar el día de hoy, ¿o me equivoco?

    Respuesta de Axel para Ana:

    Hola Ana! Muchas gracias por la visita y por dejar tu mensaje.

    Sí, es cierto, hay que seguir pensando para muchas cosas puntuales. Además de hacer planes hay que resolver diferentes problemas cada día. Pero el resto del tiempo no hay razón para que continúe ese diálogo mental que nunca se detiene y que, como toda actividad que demanda nuestra atención, consume nuestra energía y nos desgasta.

    Salvando las distancias sería como si alguien estuviera las 24 horas del día debajo de un paraguas, y dijera que lo hace para no mojarse si comienza a llover. Formalmente su lógica sería impecable, pero la verdad es que no sería ni práctico ni cómodo ni razonable.

    El artículo se centra en la necesidad de detener los pensamientos incesantes, precisamente porque a muchas personas nos sucede que nuestros pensamientos no cesan… no porque el pensamiento sea malo en sí mismo.

    Te mando un gran abrazo…!!!

    Axel Piskulic

  19. Alex García

    Vivir en el eterno y preciso instante es la única fórmula para realmente vivir a Dios o como se le quiera llamar.

  20. Toda la verdad, bueeenniiisssiiimmmoooo…

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